Para inaugurar la sección “Cocineras Mexicanas por el Mundo” les presentamos la historia de Gladys Guadalupe Espinoza González, cocinera tradicional de Colima. Ella forma parte del colectivo “Mujeres del fuego”, formado por mujeres que transforman y revalorizan su propia existencia y a la vez impulsan la gastronomía nacional.
¿Cuándo nació tu amor por la cocina?
Mi amor por la cocina nació con mis abuelas, mis tíos y papá, y tomó un significado especial con mi mamá.
De mis tíos, papá y abuelo recuerdo su regreso de caza con cada uno de los animales : armadillos, guilotas, codornices, conejos e iguanas. Era fiesta el regreso de “La tirada”. Esta llegada era significado de comida para varios días. Los hombres de la familia limpiaban la carne mientras mi abuela estaba lista con adobos, salsas, especias o vegetales que utilizarían para sus preparaciones. Al lado ya tenía su metate (el regalo de su suegra al casarse), sus bolas de masa lista para tortear. Ahí nace mi amor por la cocina, y hasta la fecha significa unión para mí. Mi abuela es madre de 13 hijos y todos nos seguimos reuniendo alrededor de su cocina.
Con mi madre continúa un aprendizaje, hacer lo que se puede con lo que se tiene en la cocina, su sazón es único. Ella tiene más de 20 años haciendo tamales, es su hermana mayor quien le enseñó, que tiene más de 40 años preparando tamales, atole y frutas enmeladas.
¿Cuándo decidiste hacer de la cocina tu profesión ?
En algún momento después de la maestría en Educación Superior, me di tiempo para estudiar una carrera técnica en Gastronomía, y me di cuenta de que era importante la teoría pero que me gustaba más el trabajo de campo, la cercanía a las comunidades. Lo que me llamaba la atención era la cocina tradicional de nuestro país.
Siempre me ha atraído la investigación y en mi lugar de trabajo, la Universidad de Colima, he tenido colaboraciones con expertos en diferentes áreas, especialmente en hacer trabajo de campo : trabajo con niños y vulnerabilidad social, educación superior privada en Colima y políticas públicas con profesores.
El proyecto de Mujeres del Fuego es el único proyecto personal en el que estoy centrada más allá de mi trabajo de oficina y mis hijos.
¿En qué consiste el proyecto de Mujeres del Fuego ?
Dentro del proyecto de Mujeres del Fuego tenemos áreas en la que nos estamos formando, trabajamos con la Universidad Anáhuac (Facultad de Turismo y Gastronomía), el ITESO (Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente) con el programa de economías solidarias; somos Comunidad de Cocineras Tradicionales en el movimiento Slow Food y estamos en la Cátedra Género, liderazgo y equidad donde somos parte de una comunidad de mujeres luchando en estos ámbitos. Nos estamos integrando a proyectos del INAH con proyectos de cocina tradicional colimota. En Fogones MX soy delegada en Colima. Y participo en el Libro de Saberes y Sabores de Colima de Mujeres del Fuego y en el libro de Sabores de México de Fogones MX.
¿Qué es lo más difícil de este proyecto ?
Lo más difícil es que se trate de restar a cada esfuerzo. Que de manera local no se valore la riqueza que tenemos.
Cada cocinera hace un esfuerzo grande en su hogar por ofrecerte lo que tiene, son parte de la economía de una comunidad, del mismo desarrollo comunitario y aun así llegan personajes a tomar sus saberes, no hay aportación, no hay un ganar-ganar.
Valorar nuestros saberes desde el campesino, cocinera tradicional no está claro, parecieran ser eslabones no visibles cuando se planean políticas públicas…
¿Y lo más satisfactorio ?
La máxima satisfacción es conocer personas con magia en ese lugar tan íntimo como es la cocina. Conocer y aprender de personas que disfrutan de esta pasión. Ver sonrisas más allá del cansancio y las diferencias.
Entrevista por Soledad Ornelas