Una cocinera empírica que te lleva a México
Por Brenda Vega
El destino le tenía guardada una vida en Boston y Eloisa llegó a esa ciudad en Estados Unidos hace siete años porque a su esposo le asignaron un puesto de trabajo, ambos nacieron en Monterrey, en la frontera norte de México, él es ingeniero y ella siempre se dedicó a las manualidades, trabajaba con pasta flexible y hacia figurillas para pasteles, pero su vida dio un delicioso vuelco.
“Salimos de nuestro país un 15 de septiembre, nunca se me va a olvidar porque es una fecha en la que todos los mexicanos festejamos y nosotros en ese momento estábamos empacando”, comenta Eloísa con melancolía.
Sin conocer a nadie y con una hija fue como llegaron a su nuevo hogar, Eloísa intentó seguir con su negocio pero tuvo que comenzar desde cero, las figurillas no se vendían y la pasta flexible se trabaja diferente, la técnica y los ingredientes eran distintos. “Tuve que aprender a hacerlo de otra manera tomando cursos”, contó en entrevista con Cocineros MX por el Mundo.
No fue suficiente tomar cursos y como buena mexicana tenía que hacer más, “mi esposo se iba a trabajar y mi hija a la escuela, no había con quien platicar en todo el día, no conocía a nadie y necesitaba ocuparme en algo”. Un amigo le dio la idea de hacer tortillas de harina, las típicas de su tierra, dice Eloísa.
Nunca las había hecho antes porque no lo necesitaba y es que en Monterrey es posible encontrarlas en cada esquina; además, en su tierra el trabajo era mucho como para meterse a la cocina. En Estados Unidos, lejos de casa, las necesidades cambiaron y aprendió a hacer tortillas de harina, luego comenzó a venderlas y un fin de semana tuvo un pedido de 400 piezas, las preparó a mano ella sola.
Los antojos comenzaron a llegar y aprendió a cocinar otras delicias mexicanas como los tamales y eso porque un día se le antojaron a su esposo, ella no se lo pensó dos veces para consentirlo así que llamó por teléfono a su madre, quien le fue explicando cómo hacerlos paso a paso; después vino el éxito porque publicó todo lo que estaba aprendiendo en la cocina en su canal de YouTube y redes sociales, fue así como comenzaron a llegar muchas suscripciones y pedidos.
Entre sus anécdotas cuenta que un chico de la comunidad de mexicanos en Harvard, la contactó por redes sociales para encargarle 300 tamales para una posada y de ahí se convirtió en la proveedora de esta preparación tan mexicana.
La aventura no paró ahí, una amiga la motivó a aprender a hornear pan, le mandó recetas y Eloísa puso manos a la obra, hoy sus conchas son muy exitosas, también hornea polvorones, pasteles y postres como los chocoflanes, entre otros.
En la actualidad, también imparte cursos en línea que puedes tomar desde cualquier parte del mundo y es que Eloísa disfruta mucho lo que hace, esto se traduce en la preferencia de sus clientes.
Tiene un canal de YouTube que se llama Con Sabor México, desde donde publica todas sus recetas y recibe todos los pedidos para satisfacer a los paladares mexicanos que viven en Estados Unidos.
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